El jamón ibérico es un producto exquisito, un bocado que se puede tomar en distintos formatos y acompañar de numerosas refrigerios, entre ellos la cerveza. Hoy te mostramos cuál es el maridaje perfecto entre cerveza y jamón ibérico, una combinación inmejorable para los tórridos días de verano.
¿Qué motivos explican esa buena combinación entre jamón y cerveza?
El maridaje es el proceso de agregar o casar un alimento con un vino para potenciar el sabor de ambos productos. En esta ocasión no hablamos de usar vino, sino cerveza, y ligar su sabor con el del jamón ibérico, pues esta fusión ofrece sensaciones muy placenteras a nivel organoléptico.
La cerveza, con sus ácidos, mezcla a la perfección con el jamón y equilibra el sabor intenso del ibérico, pero la clave es acertar con el tipo de cerveza. Una recomendación desde Jamones Premium es decantarse por las tipo lager, pues generalmente son suaves, espumosas y ligeras.
En el caso del jamón, la elección es clara, un buen ibérico, de bellota ya que su sabor va unido a la calidad y al contenido nutricional.
Un sabor refrescante y poco invasivo
La idea de maridar cerveza y jamón es muy interesante, especialmente en España, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en verano y buena parte de la primavera. Esta bebida es la reina para los aperitivos.
Su amargor y acidez ayudan a que el jamón ibérico permanezca más tiempo en el paladar. Además, el sabor de la cerveza es poco persistente y nada invasivo. Las papilas gustativas conservan así por más tiempo esos aromas del jamón.
Las cervezas Lager, y en España hay mucha tradición por este tipo de bebida, son perfectas para este maridaje. Se trata de cervezas que fermentan en frío a bajas temperaturas. No obstante, también hay quien prefiere otras opciones, y en la variedad está el gusto. Lo importante es buscar una armonía suficiente para vivir una experiencia gustativa más potente.