El momento más triste de un jamón es cuando se acaba. Sin embargo, como de este producto se aprovecha prácticamente todo, también con el hueso hay que tener mucho mimo, pues puede servir para otros usos en cocina. Hoy te mostramos cómo cortar el hueso del jamón.
Cortar el hueso del jamón paso a paso
Una primera fase cuando se termina el jamón y está completamente repasado es preparar el instrumental necesario. Se puede usar una sierra mecánica o bien una manual.
Si es mecánica es aconsejable mantener el hueso en el jamonero, pero hay que operar de modo distinto cuando se usa una sierra manual. En este caso el procedimiento sería sacar la pieza del jamonero, apoyar el hueso sobre una tabla de madera e iniciar el corte ahí, para no dañar la encimera o la superficie sobre la que se trabaja.
Una vez se inicia el corte lo mejor es comenzar por la parte inferior, la más alejada de la pezuña. De este modo conseguimos trabajar mejor la pieza. No obstante, hay quien empieza por la zona cercana a la pezuña.
Al cortar el hueso del jamón lo ideal es obtener piezas de unos cuatro o cinco centímetros de grosor, pues este tamaño es perfecto para posteriormente usarlo en guisos o como componente principal de caldos. Finalmente, una vez se obtienen todas las piezas es preferible congelarlas en bolsas individuales si no se van a usar de inmediato. La pezuña se descarta, no es válida para utilizarla en cocina.
¿Es peligroso cortar el hueso del jamón?
La tarea de cortar el hueso del jamón no es sencilla. Se requiere cierta destreza con el instrumental y mucho cuidado, pues un corte puede ser muy peligroso. Además, no todo el mundo dispone en casa de las herramientas necesarias para llevarla a cabo.
Si no se tiene la experiencia suficiente para llevarla a cabo, la mejor idea es llevar el hueso a tu carnicero de confianza, que la ejecutará con maestría y podrá envasar el hueso al vacío por piezas.