El lomo ibérico de bellota es un embutido que deja huella. Su sabor intenso, su aspecto tan diferencial y ese corte tan característico lo convierten en un auténtico placer gastronómico. Y a todo esto, al regusto que deja su consumo se suma también su rico contenido nutricional, pues sus propiedades son altamente saludables.
¿Qué aspectos positivos aporta la ingesta de lomo ibérico de bellota?
Los beneficios del lomo ibérico de bellota, así como los de otros embutidos, destierran esa vieja idea de que estos productos no son saludables. Es cierto que los embutidos son alimentos muy calóricos, pero a la vez muy sanos, y por ello hay que consumirlos de manera moderada.
En el caso del lomo de bellota ibérico su particularidad es que se elabora con lomo de cerdo entero, sin grasa añadida, y se embucha en la tripa del propio animal. Los beneficios del consumo derivan, por tanto, de la alimentación y crianza del cerdo y de la posterior elaboración del lomo.
Este embutido es rico en proteínas, algo obvio, por lo tanto es fuente de aminoácidos esenciales. A su vez también contiene altos índices de vitamina B3, B1 y otras del grupo B. Su contenido en sodio también es interesante, como la presencia de grasas. De estos nutrientes destacan especialmente las insaturadas, que son las más saludables.
Yendo más al detalle, no debemos olvidar la aparición de minerales y oligoelementos como el hierro, el calcio, el potasio, el yodo, el zinc o el magnesio, todos ellos muy importantes en diversas funciones metabólicas.
De todos estos nutrientes y elementos, el más problemático puede ser el sodio, por el contenido en sal y cuestiones médicas como una alta tensión. Pero para el resto de personas, una ingesta moderada de lomo ibérico de bellota es garantía de buena salud, siempre que esta forme parte de una dieta completa y equilibrada.